Un espacio para la Liga

Los videojuegos han sido durante mi existencia un medio para entretenerme, muchas veces, por horas. No podía faltar el fútbol como parte de esa diversión, mejor si está traducida en la TV y yo puedo manejar a algún equipo. Ya jugaba desde el Atari 2600, uno donde sólo habían 3 jugadores que se movían simultáneamente en triángulo, en una cancha larga larga. El moderno Nintendo me dejó encantado con el juego "Goal!" que llegó a mis manos en febrero del 92, y que lo jugué pero hasta decir basta. Ya entonces comenzaba a reunirme con algunos amigos del barrio para jugar campeonatos, pero con quien más lo jugaba era con mi primo Alfredo.

Con la llegada del Super Nintendo llegaron también juegos de magnífica factura. El más notable, a mi parecer, el "Super Soccer", de Human, que tuvo tres versiones, cada una mejor que la anterior. Y fue la tercera la que mayores momentos chéveres me hzo pasar en compañía de mis amigos. Jugabamos torneos, mundiales, amistosos, grand-slam... etc., sin duda marcó época entre 1994 y 1998. Con este juego se empezó a crear una cofradía de amigos que aún se mantiene con el tiempo.

Ya más adelante, cuando me compro el Play Station (el uno) el Winning Eleven tomaría la posta del S.S.3. Con esto llegarían torneos más organizados, con menos gente para jugar, pero mejor hechos. La cúspide llegó cuando cada uno de los que jugábamos seguido (Beto, Abraham, Seergio y yo) pudimos hacernos nuestros propios equipos, con nombre, color de camiseta y jugadores a nuestra elección, simulando ser managers de grandes clubes mundiales.

Saldrían a la palestra nombres como "Los Galácticos", "Los Divinos", "Los Jets", y mi cuadro "Kings United". Cada uno con su propio estilo de juego y jugadores bandera, que sirvieron para jugar muchos campeonatos. Pero a estos nombres, con el Play Station 2, se le sumarían tres más: "Crazy Boys", "Pitbulls", y los recién llegados, manejados por mi amigo Oscar, que no los bautiza aún, pero que si sigue demorándose se pasarán a llamar "Los Roscars".

Debido a nuestros ya encarnizados torneos con más de 2 años de existencia, y moivados por un blog muy entretenido creado por el literato Iván Thays, y que encontré por ahí, hemos inaugurado el blog de la Liga Master, donde pondremos nuestros resultados, comentarios, noticias, y todo lo que acontezca de nuestro torneo, el cual les invito a visitar, quizás se puedan llegar a divertir con lo que lean. Además que conocen a mi equipo, el tres veces campeón "Kings United"

La gloria fue mexicana

Estaba viendo resultados anteriores, y en 1995, en Ecuador, Brasil también perdió contra Ghana la final de un mundial sub-17, y en Francia 98, su selección mayor, con su jugador estrella indispuesto para jugar el importante partido final, perdía 3-0. Traigo a colación esto porque la gente siempre habla de que la historia pesa, y que Brasil es Brasil. Pues sí, parece que sí pesa, las cosas se repitieron (final en Sudamérica, lesión de Anderson)... y Brasil perdió.

La gloria fue mexicana sin duda. Los mexicanos, quien lo creyera, campeones por fin de algo que vale. En una categoría donde la mayoría de chicos se preparan para convertirse en grandes, el fútbol es de por sí, lo más parecido a esos partidos de colegio: resultados con cantidad de goles cuantiosa, y a veces con jugadas realmente increíbles, no da espacio para poner un favorito fijo para llevarse el trofeo. Se dice Brasil, se habla de Europa, o que los africanos son los que mandan en esta categoría. Esta vez México dio el golpe y tiró abajo todo los pronósticos. Muchachitos que jugaron de manera ordenada, y haciendo caso de lo que mandaba el "profe", consiguieron el título que aún hoy martes, dos días depués de ganar la copa, lo celebran en la tierra del tequila y de los tacos.

Para los peruanos nos quedó el orgullo, como siempre, de haber sido grandes anfitriones. Ya lo mostramos en la copa América del 2004, ahora con más ojos puestos en nosotros, tiramos la casa por la ventana, y mostramos mucho de lo mejor que tenemos. Estadios pintaditos, canchas relucientes (y sintéticas), tribunas llenas. Nos faltó el fútbol, pues nuestro chicos... algun día quizás demuestren que son más que lo que vimos. Pero para el mundo, el Perú, y las cinco ciudades que albergaron los 16 equipos, el marco fue perfecto.

Lima por un día se convirtió en la capital del fútbol mundial. Por fin vi que en mi país se puede hacer algo que se parece a un mundial de mayores, con celebración, fotos y dirigentes a la misma altura de aquello. Espero que esto no sólo sirva para demostrar que podemos ser mejores si nos ven desde afuera, sino, ser mejores para nosotros mismos. Que se puede trabajar bien a pesar de algunos obstáculos con cuerpos de personas (recuerdo cuando en el mes de marzo en una radio local se le preguntaba a los organizadores, porque aún no había ambiente de mundial en las ciudades, ¿porque el apuro?) y de nuestra misma tierra. Ver "Lima" en las fotos de los mexicanos ganadores, o cuando estaban con su presidente Vicente Fox celebrando en su país, mostrando una medalla con colores del Perú en el cuello, levanta el espíritu.

Ahora falta no dejar de aprovechar lo logrado. Y acordarse que el Perú no es sólo Lima, que Iquitos también existe, o Piura, y otros tantos lugares que a veces uno olvida por ser tan centralista. ¡Felicitaciones México y que viva el Perú!