Comentando con el Master

viernes, marzo 03, 2006

El Master en el mundo de los montajes


Era 1998, y la modernidad empezaba a llegar a mi casa. Una computadora IBM Pentium II tomaba lugar al final de la escalera, y yo empezaba a navegar en un sin fin de posibilidades que encontraba dentro. Una de ellas era el manejo de imágenes.

Lo que tenía ganas era poder retener fotos en la computadora. Sabía que era a través del escáner que se podía lograr la digitalización, y la opción de poder hacerlo fue cuando vi en la universidad que podía recurrir a ese servicio pagando 2 soles por ¡10 minutos! Bueno, que íbamos a esperar, no tenían ni idea de como hacer dinero con ese aparato (ahora se cobra por foto en las cabinas me parece) así que la primera vez que lo intenté luego de escoger bien las fotos a pasar, fue con preparación: debía escanear muchas de un solo zarpazo (mi carnet universitario fue una de las primeras cosas escaneadas).

Una vez con las fotos (luego podría escanear muchas más gracias a que mi amigo Aldo compró un escáner y vivía cerca de mi casa) se me ocurrió la genial idea de hacer montajes. Ya lo había hecho con graciosos resultados en el colegio, pero con dibujos, donde ponía cabezas de amigos en cuerpos de super héroes sacados del álbum de las Pepsi Cards. Ahora se podrían hacer más reales. Y que mejor que compartir estas ideas divertidas sino con Joelón, con quien planeamos más de una travesura risible.

Usaba el programa Paint, ahora completamente cavernícola, pero muy usado en neófitos en la materia; pues podía modificar píxel por píxel lo que quería, y lograr resultados interesantes. Claro que los veo ahora y da risa ver lo que quería hacer, pero no son para nada verosímiles. Sabía que había un programa en el que esas cosas se hacen con más facilidad, el Photoshop, pero dudaba que mi computadora tenga el espacio para poder soportarla.

Joel en cambio logró tener una computadora tres veces mejor que la mía. Así que ahí él continuó con este interesante trabajo que era hacer montajes con caras de conocidos. No está de más decir que en muchos casos le quedaron fotos divertidísimas. Eso fue hasta que ví la luz: aprendí a usar el photoshop, y desde entonces, sólo me quedaba hacer trabajos cada vez mejores, y graciosos.

Una vez logré juntar la cara de mi amigo Danny en un cuerpo de un tipo saliendo con Britney Spears, y otro abrazando a Arnold Schwarzenegger. Lo imprimí, y se lo mostraron a su mamá. Como él vive en Chile y estaba en esos días de paso por Lima, su mamá se emocionó al ver que su hijo se había tomado fotos con famosos en las lejanas tierras del sur.

Ahora hacemos más cosas y con mejor calidad, sin duda, pero Joel no se quedó atrás. Así que como él hace poco publicó en su space una serie de fotos sobre el programa de TV "Lost", me animé a escribir este post, rememorando como empezamos en estas aventuras gráficas.