Recordando a mi papá
Nacido un 22 de junio de 1942 en la ciudad de Iquitos, mi papá llegó a Lima a los 14 años junto con su madre y hermanos. Luego de pasar un tiempo en el Callao, todos ellos se instalaron finalmente en Lince, donde vivió toda su juventud e inicio de adultez.
Estudió en la GUE Melitón Carbajal, colegio al que regresaba constantemente cada 8 de octubre a reencontrarse con sus amigos del colegio. Estudió contabilidad, y se desempeñó en varias empresas como Comodoy, Jamboree, El Caledonia, se encargó de la administración del Estadio Nacional gracias a lo que luego entrábamos gratis al estadio; entre otros lugares.
Conoce a mi mamá en un consultorio dental donde ella era secretaria, manteniendo un noviazgo de diez años que concretan casándose en enero de 1974. Al año siguiente nace mi hermana, luego de ello se compran su casa en la Urbanización Las Palmeras, cuarta etapa, en esos años perteneciente al distrito de San Martín de Porres, donde mi papá inicia amistad con los moradores del nuevo lugar, donde las casas eran parecidas, habían parques enormes, chacras cercanas y casi nada de transporte público, un poco lejos para el acostumbrado barrio de Lince, pero un espacio perfecto para la incipiente familia. En 1979 nazco yo, inesperadamente el 28 de julio, fecha en la que mi papá empezó una celebración que duró como tres días según sus propias palabra.
Mi papá acompañado por u hermana Betty, su hermana Jorge, y su mamá, Deoservina, la Tatita.
Gracias a él y mi mamá estudio en el colegio Antonio Raimondi al igual que mi hermana, un sitio escogidos por ellos dado que les era conocido y por el prestigio. Mi papá nos llevaba todos los días hasta allá en un viaje de 45 minutos en bus (la 73), para luego irse a trabajar, aunque en ocasiones se daba un alto a la iglesia Cristo Rey de Santa Beatriz que se convirtió en su parroquia de preferencia. Con él, viajo a diferentes lugares del país como Piura, Arequipa, Iquitos, Trujillo, Tacna, Huancayo, y hasta la ciudad chilena de Arica. Una constante era irnos a Huacho por semana santa donde a mi papá le gustaba pasear, sobre todo por la playa Hornillos a la que él iba en la época de enamorados con mi mamá.
Hincha hasta los huesos de Alianza Lima, siempre que podía me llevaba al estadio para ver al equipo de nuestros amores, incluso estando muchas veces al ras del campo donde no se ven tan bien los partidos. Pichanguero como él solo, todos los domingos salía religiosamente a jugar pelota con el grupo de amigos del barrio que se denominaron "Los mañaneros" que hasta ahora se mantienen saliendo como hace más de 25 años. Participó igual en cientos de torneos de fulbito, jugó en diferentes canchas de Los Olivos como en otros distritos, ya se entenderá porque mi pasión por el fútbol.
También gustaba de la buena música, coleccionista de discos, con más de 200 comprados a lo largo de su historia, le gustaba escuchar música tan variada como la Sonora Matancera, Los Panchos, Paul Anka, Héctor Lavoe y sobre todo, su mayor predilección, Los Beatles, de los que juntó la mayor cantidad de discos que salieron. En muchas ocasiones se reunía en la casa con los amigos y pasaba horas escuchando los diferentes discos, y ya cuando los buenos tragos surtían efecto entre los invitados, yo me encargaba de cambiar el disco de lado a A a lado B en el tornamesa, como una especie de control remoto humano. Por ello tengo en la mente presente tantas canciones antigua que me traen buenos recuerdos como "Sonido bestial", "Plástico", "La boda de ella", y los miles de valses que se escuchaban sobre todo a la hora del almuerzo.
Le gustaba llenar los geniogramas de El Comercio, sobre todo en las noches escuchando sus discos, y en ocasiones en los buses mientras íbamos al colegio. Siempre me andaba preguntando la capital de tal país, la moneda de tal lugar, quien pintó tal cosa, por eso es que siempre sé de cosas como esas que a muchos le extraña que sepa. Compraba periódico casi todos los días, que cada vez que lo dejaba en la casa, me avisaba antes de irse "ahí compré periódico". Otra razón por la que me gusta tanto leer y estar informado.
Preocupado siempre por la educación mía y de mi hermana, su sueño era que yo sea arquitecto como él hubiera querido ser, y como lo es una prima mayor mía quien se crió en sus primeros años con mi papá. Yo decidí por el periodismo por tanto leer periódico y escuchar radio, pero la vena del diseño siempre la llevo y la mantengo, así que si no acabé arquitecto, que era algo que también me hubiera gustado ser, al menos diseño. Una vez que escogí mi carrera a estudiar mi papá me apoyó aunque siempre le pareció que podía ir a una carrera de matemáticas, pero felizmente logre que se asimilara mi elección.
Se encargó de mi hermana y de mí en la casa una vez que mi mamá viajó a Miami para seguir desde allá ayudando para hacer progresar a la familia, esto en el año 1994. Tocó vivir algunos momentos difíciles pero él no se desanimaba para nada, siempre le iba para adelante y tenía mucha determinación, algo que hay que elogiar.
A finales del año 2000, luego de sufrir ya mucha dolencia, le detectaron un cáncer a la próstata que sería el origen que finalmente se lo lleve al reino de los cielos siete meses después. Luchó cuanto pudo con esa enfermedad, incluso pasó su último cumpleaños en el 2001 en casa, cerca de sus familiares y amigos, con una gran lucidez, sin duda su último momento más feliz en la batalladora vida que vivió y disfrutó sin duda. En la mañana del 3 de julio siguiente, a los 59 años de edad, dejó de estar entre nosotros dando su último suspiro en compañía de algunos de sus seres queridos. Nos dejaba una gran persona, inteligente, trabajadora y divertida. Sus funerales duraron dos días y su camino a los Jardines de la Paz donde descansan sus restos ahora, fue multitudinario. A don Tomás King, conocido como "Chale" en el barrio, una gran cantidad de amigos muy queridos lo acompañaron en su adiós, y el cariño que le tenían se notó enormemente en esos momentos penosos.
Sin embargo su legado quedó entre nosotros, en sus hijos, esposa, hermanos, sobrinos y amigos, siempre lo recuerdan ya sea por algún hecho divertido, por su forma de ser, por algún chiste, por alguna frase sabia, por su buen baile, por su gran conocimiento. En lo personal, ha sido la persona que más me enseño en y de la vida, y siempre le debo estar agradecido.
Hoy 22 de junio, le mando un abrazo como siempre le daba en su cumpleaños, aún sintiendo su ausencia, se le extraña mucho, pero la vida continúa, ahora trato y trataré de darle una educación similar a mi bebita Joan que sabrá mucho de quien fue su abuelo y seguro lo va a querer como todos los que lo conocimos.
Papi, hoy te quise recordar de una manera diferente contando un poco de lo que fuiste en vida para que aquellos que te conocieron o te conocieron poco, sepan como fuiste, y aquellos que te tenemos siempre en el recuerdo, traigan en este día momento felices que pasaron contigo. Te llevo siempre en el corazón, y a todos los que llegaron hasta estas líneas, gracias por su atención, si puedes celebra el día escuchando una canción de la Matancera como es que le gustaba a mi papá celebrar su día.
Feliz cumpleaños papi, te extraño mucho.
Estudió en la GUE Melitón Carbajal, colegio al que regresaba constantemente cada 8 de octubre a reencontrarse con sus amigos del colegio. Estudió contabilidad, y se desempeñó en varias empresas como Comodoy, Jamboree, El Caledonia, se encargó de la administración del Estadio Nacional gracias a lo que luego entrábamos gratis al estadio; entre otros lugares.
Conoce a mi mamá en un consultorio dental donde ella era secretaria, manteniendo un noviazgo de diez años que concretan casándose en enero de 1974. Al año siguiente nace mi hermana, luego de ello se compran su casa en la Urbanización Las Palmeras, cuarta etapa, en esos años perteneciente al distrito de San Martín de Porres, donde mi papá inicia amistad con los moradores del nuevo lugar, donde las casas eran parecidas, habían parques enormes, chacras cercanas y casi nada de transporte público, un poco lejos para el acostumbrado barrio de Lince, pero un espacio perfecto para la incipiente familia. En 1979 nazco yo, inesperadamente el 28 de julio, fecha en la que mi papá empezó una celebración que duró como tres días según sus propias palabra.
Mi papá acompañado por u hermana Betty, su hermana Jorge, y su mamá, Deoservina, la Tatita.
Gracias a él y mi mamá estudio en el colegio Antonio Raimondi al igual que mi hermana, un sitio escogidos por ellos dado que les era conocido y por el prestigio. Mi papá nos llevaba todos los días hasta allá en un viaje de 45 minutos en bus (la 73), para luego irse a trabajar, aunque en ocasiones se daba un alto a la iglesia Cristo Rey de Santa Beatriz que se convirtió en su parroquia de preferencia. Con él, viajo a diferentes lugares del país como Piura, Arequipa, Iquitos, Trujillo, Tacna, Huancayo, y hasta la ciudad chilena de Arica. Una constante era irnos a Huacho por semana santa donde a mi papá le gustaba pasear, sobre todo por la playa Hornillos a la que él iba en la época de enamorados con mi mamá.
Hincha hasta los huesos de Alianza Lima, siempre que podía me llevaba al estadio para ver al equipo de nuestros amores, incluso estando muchas veces al ras del campo donde no se ven tan bien los partidos. Pichanguero como él solo, todos los domingos salía religiosamente a jugar pelota con el grupo de amigos del barrio que se denominaron "Los mañaneros" que hasta ahora se mantienen saliendo como hace más de 25 años. Participó igual en cientos de torneos de fulbito, jugó en diferentes canchas de Los Olivos como en otros distritos, ya se entenderá porque mi pasión por el fútbol.
También gustaba de la buena música, coleccionista de discos, con más de 200 comprados a lo largo de su historia, le gustaba escuchar música tan variada como la Sonora Matancera, Los Panchos, Paul Anka, Héctor Lavoe y sobre todo, su mayor predilección, Los Beatles, de los que juntó la mayor cantidad de discos que salieron. En muchas ocasiones se reunía en la casa con los amigos y pasaba horas escuchando los diferentes discos, y ya cuando los buenos tragos surtían efecto entre los invitados, yo me encargaba de cambiar el disco de lado a A a lado B en el tornamesa, como una especie de control remoto humano. Por ello tengo en la mente presente tantas canciones antigua que me traen buenos recuerdos como "Sonido bestial", "Plástico", "La boda de ella", y los miles de valses que se escuchaban sobre todo a la hora del almuerzo.
Le gustaba llenar los geniogramas de El Comercio, sobre todo en las noches escuchando sus discos, y en ocasiones en los buses mientras íbamos al colegio. Siempre me andaba preguntando la capital de tal país, la moneda de tal lugar, quien pintó tal cosa, por eso es que siempre sé de cosas como esas que a muchos le extraña que sepa. Compraba periódico casi todos los días, que cada vez que lo dejaba en la casa, me avisaba antes de irse "ahí compré periódico". Otra razón por la que me gusta tanto leer y estar informado.
Preocupado siempre por la educación mía y de mi hermana, su sueño era que yo sea arquitecto como él hubiera querido ser, y como lo es una prima mayor mía quien se crió en sus primeros años con mi papá. Yo decidí por el periodismo por tanto leer periódico y escuchar radio, pero la vena del diseño siempre la llevo y la mantengo, así que si no acabé arquitecto, que era algo que también me hubiera gustado ser, al menos diseño. Una vez que escogí mi carrera a estudiar mi papá me apoyó aunque siempre le pareció que podía ir a una carrera de matemáticas, pero felizmente logre que se asimilara mi elección.
Se encargó de mi hermana y de mí en la casa una vez que mi mamá viajó a Miami para seguir desde allá ayudando para hacer progresar a la familia, esto en el año 1994. Tocó vivir algunos momentos difíciles pero él no se desanimaba para nada, siempre le iba para adelante y tenía mucha determinación, algo que hay que elogiar.
A finales del año 2000, luego de sufrir ya mucha dolencia, le detectaron un cáncer a la próstata que sería el origen que finalmente se lo lleve al reino de los cielos siete meses después. Luchó cuanto pudo con esa enfermedad, incluso pasó su último cumpleaños en el 2001 en casa, cerca de sus familiares y amigos, con una gran lucidez, sin duda su último momento más feliz en la batalladora vida que vivió y disfrutó sin duda. En la mañana del 3 de julio siguiente, a los 59 años de edad, dejó de estar entre nosotros dando su último suspiro en compañía de algunos de sus seres queridos. Nos dejaba una gran persona, inteligente, trabajadora y divertida. Sus funerales duraron dos días y su camino a los Jardines de la Paz donde descansan sus restos ahora, fue multitudinario. A don Tomás King, conocido como "Chale" en el barrio, una gran cantidad de amigos muy queridos lo acompañaron en su adiós, y el cariño que le tenían se notó enormemente en esos momentos penosos.
Sin embargo su legado quedó entre nosotros, en sus hijos, esposa, hermanos, sobrinos y amigos, siempre lo recuerdan ya sea por algún hecho divertido, por su forma de ser, por algún chiste, por alguna frase sabia, por su buen baile, por su gran conocimiento. En lo personal, ha sido la persona que más me enseño en y de la vida, y siempre le debo estar agradecido.
Hoy 22 de junio, le mando un abrazo como siempre le daba en su cumpleaños, aún sintiendo su ausencia, se le extraña mucho, pero la vida continúa, ahora trato y trataré de darle una educación similar a mi bebita Joan que sabrá mucho de quien fue su abuelo y seguro lo va a querer como todos los que lo conocimos.
Papi, hoy te quise recordar de una manera diferente contando un poco de lo que fuiste en vida para que aquellos que te conocieron o te conocieron poco, sepan como fuiste, y aquellos que te tenemos siempre en el recuerdo, traigan en este día momento felices que pasaron contigo. Te llevo siempre en el corazón, y a todos los que llegaron hasta estas líneas, gracias por su atención, si puedes celebra el día escuchando una canción de la Matancera como es que le gustaba a mi papá celebrar su día.
Feliz cumpleaños papi, te extraño mucho.